miércoles, 7 de septiembre de 2016

Despedida a un sacerdote culto y trabajador: Santiago Carrizo Villadangos

José Cruz Cabo
Aunque ya llevamos un tiempo sabiendo que a D. Santiago Carrizo Villadangos, la enfermedad estaba minando sus fuerzas, la muerte siempre nos coge por sorpresa. 
Cuando don Santiago vino a nuestra ciudad, de párroco de Santa María, corría el año 1967 y enseguida se puso en contacto con gráficas Nino, para conocer uno de sus quehaceres, como era el semanario que en esta empresa se confeccionaba todas las semanas, “El Adelanto”. La verdead es que en el saño siguiente se decidió por ayudar a Chencho que se iba a casar y no tenia trabajo, nombrarle subdirector, a pesar de que había habido una asamblea con los que escribíamos y habiamos decidido que fuera Don José Marcos el subdirector. Estuvo unos meses pero en 1968, don Santiago nos comunicó que el nuevo subdirector seria Chencho. Esto a Juan Florencio le ayudó a entrar en ·Proa” y la subdirección del mismo fue a parar a manos de Carlos Alonso y su cuñado Loepoldo Martín, quienes lo tuvieron hasta septiembre de 1972 y entonces Don Santiago me nombró subdirector a mí y el periódico estuvo tranquilo hasta agosto del 2006. en que fue a parar a la dirección actual.
Pero Don Santiago fue mucho más que un administrador de un semanario, que le costó muchos disgustos y viajes a Salamanca, porque el diario de Salamanca, también con el nombre de El Adelanto, pedía que se cerrara el nuestro y entonces se llegó a un acuerdo para ponerle el título actual. Pero además fue junto con Don Rogelio, pero moviendo Don Santiago los hilos, el que consiguió que la Caja de Ahorros de León entonces, contribuyera a que se hiciera la hoy residencia de Castrotierra. Pero además realizó en Corporales, una casa de verano para que los chicos pudieran ir a pasar unos días en ella. Una casa dotada con piscina, cancha de baloncesto y grandes paseos por aquellos bellos alrededores. Creo que ahora ya no pertenece a la Parroquia de Santa María.
Pero sobre todo, a Don Santiago, por lo que La Bañeza no lo podrá olvidar nunca es porque consiguió a fuerza de años, disgustos y muchos viajes, que se rehiciera el magnifico organo que pòsee la iglesia de Santa María, cuyo arregló consiguió y ahora es una joya de la ciudad. 
Se empeñó y consiguió restaurar esa bella imagen de La Piedad de Gregorio Hernández y además le hizo una bella capilla para ella que ahora es la joya de la iglesia. También recuperó las hermosas estatuas de Santa Teresa y San Pedro de la entrada al templo. Realizó obras en la iglesia hasta encima del campanario, restaurando las escaleras de la torre y realizando otras para llegar hasta el piso final y desde allí poder contemplar todas las panorámicas de la comarca. Su pasión predilecta era la pesca y en tiempo de apertura todos los días que podía iba a ajercer ese deporte que le entusiasmaba y según Don Rogelio el día de Santiago invitaba a los compañeros sacerdotes a comer en su casa y les daba entre otras cosas ,truchas escabechadas pescadas por él.
La verdad es que Don Santiago Carrizo Villadangos fue una bendición para La Bañeza que a su vez le hizo hijo adoptivo, en un acto público celebrado en el salón de sesiones del ayuntamiento. Amigo y compañero de fatigas en el semanario bañezano hasta el 2006, te voy a echar de menos y sobre todo voy a extrañar tu sonrisa, tu amabilidad y sobre todo tu interés en hacer de nuestra ciudad una ciudad mejor- Hasta que nos volvamos a ver allá arriba.