Vecinos de varios barrios de la ciudad alertan del incremento del número de palomas

Emilio G. Ranz / La Bañeza.- Hace años algunos habitantes de La Bañeza vendían palomino (caca de paloma / excrementos de estas aves). Un vecino de la calle de El Salvador contaba a este periódico que él tenía muchas en una buhardilla de una casa abandonada, pero que de repente desaparecieron, por arte de magia, y no las volvió a ver. Temió que el consistorio –en la Era Palazuelo–, echase algún veneno a la comida de estas aves para acabar con la propagación de ellas por la ciudad. De hecho no es el primer consistorio que establece control de 'plagas' (las grandes ciudades como Bilbao consideran una plaga a las palomas, tal es así que las han llegado a llamar 'ratas voladoras', porque dicen que se reproducen mucho y se expanden, causando daños en el mobiliario urbano –bancos, estatuas–, con sus excrementos, que a veces son muy ácidos o fuertes.)

Sin embargo, tras unos años sin anidar, vecinos de varias zonas de la ciudad –Calle Juan de Mansilla, El Salvador, Obispo Alcolea–, dicen que las están viendo mucho, y que creen que están volviendo a anidar. Algunos vecinos de bloques de edificios de la calle Ángel Riesco dicen que no les dejan dormir y que han visto varios machos (palomos) cortejando a palomas en la zona posterior de sus edificios (los bloques que pegan de esta calle hacia la capilla del Nazareno). «Ululan, emiten unos sonidos muy molestos a altas horas de la tarde/noche o incluso primera hora de la mañana«. «Yo he presenciado el aleteo de varios ejemplares hacia la zona del Madrid« –comenta otro residente de estos edificios que desconoce si hay o ha habido un control de 'plagas' por parte del consistorio en esta época o en la Era Palazuelo, y que si es que el control de la población de estas aves se ha dejado y por ello aparecen más, o es que están criando en exceso. El director de «La Bañeza Hoy« es testigo de ver varios ejemplares de palomas en dicha zona ya que hace unas semanas se hospedó en el Hostal Vía de la Plata y su habitación daba a la zona interior, a un patio, en el que anidaban o eso cree que presenció. No sería la primera vez que se da en la ciudad de La Bañeza que una estructura poblacional de aves se desequilibra, habiendo un exceso. Años ha pasó con estorninos, denunciaron vecinos a este periódico, y otra vez, en la zona del Bar Maga, con una gran población de córvidos que anidó en los chopos colindantes entre estas calles y la N-VI