viernes, 17 de octubre de 2014

Roban gasoil a la grúa de la obra de Cáritas

Si creíamos que el nivel de incompetencia e ineficacia no podía ser mayor, la actualidad nos ha despertado de la nube con un ‘zas, en toda la boca’. Luego vendrá el Subdelegado de Gobierno en León a reunirse con el Alcalde y el Jefe de la Policía Local en una pantomima que llaman reuniones de alto nivel para tratar el tema de la seguridad ciudadana, y darán datos estadísticos diciendo que tenemos unos índices de delincuencia muy bajos, que en La Bañeza tenemos una gran seguridad, etc. Pero lo cierto es que una máquina con grúa elevadora propiedad de la empresa construcciones Enrique, que acomete las obras de rehabilitación en el tejado del edificio de Cáritas en La Bañeza, sufrió un robo la madrugada del martes al miércoles. Al parecer, según uno de los afectados, los cacos saltaron la tapia y sustrajeron más de 300 litros de gasóil y ocasionaron daños en la máquina por valor de más de 1.000 euros debido a que rompieron las puertas del vehículo. Lo paradójico del caso es que esa obra no es que se encuentre en una calle lúgubre de las afueras, con poca luz y poco transitada, donde no va nadie y no pudo ver nada la Policía Local. Estamos hablando del puto centro de La Bañeza, de una arteria principal de tráfico, porque es María de Zapata, la calle que lleva el tráfico de Jiménez de Jamuz a León, por donde pasas o sí o sí aunque no quieras (si haces ronda con un coche patrulla). Y es más, esa obra está justo en una confluencia de calles donde por el estrechamiento hay que parar casi el coche (estrechamiento ante el gimnasio de boxeo), pero nadie se enteró –ni la Policía Local, que supongo patrullará por ahí, ni la Guardia Civil, que por cierto, tiene el cuartel a unos 300 metros–. De hecho fueron las personas que trabajan en la obra quienes dieron la voz de alarma cuando llegaron a la mañana siguiente para continuar con los trabajos y vieron que la máquina no arrancada (claro, le faltaba el gasoil). Los responsables de la empresa lamentaron los hechos y dijeron que al parecer nadie vio nada sospechoso. Ahora, esperan que las puertas de la máquina lleguen desde Italia y reconocieron que era un vehículo «muy nuevo, con apenas dos años, y muy caro». Los hechos ha sido denunciados ante la Guardia Civil. 

Los ladrones, esta vez y afortunadamente (años atrás les robaron lotes de comida) no accedieron al interior del edificio de Cáritas ni se llevaron otro material que había en la huerta.