El pasado viernes 25 de julio, coincidiendo con la festividad del Patrón Santiago, la Asociación Monte Urba de La Bañeza llevó a cabo una nueva etapa del Camino de Santiago entre las localidades lucenses de Portomarín y Ventas de Narón, en una jornada marcada por el buen ambiente, la historia, la naturaleza y el espíritu peregrino.
A las 7:00 h, el grupo de caminantes subía al autobús rumbo a Galicia, en un día soleado pero inusualmente fresco para las fechas estivales. Tras una agradable travesía en carretera, y con un breve descanso para desayunar y tomar mazapán, los monteurbistas llegaron a Portomarín. Desde allí, iniciaron a las 10:00 h una etapa de 13,2 kilómetros —o 15,2 según algunos tramos— cruzando el puente sobre el río Miño y enlazando con la senda jacobea.
El camino, bien firme y rodeado de vegetación frondosa, ofrecía sombra y frescor, pero no dio tregua desde el primer paso, con una subida constante. A ambos lados del sendero, los caminantes pudieron contemplar árboles frutales como kiwis, membrillos o perales, así como huertos familiares en los que destacaban los típicos grelos gallegos.
Una parada en la aldea de Gonzar permitió reponer fuerzas en una hostería y sellar las credenciales del peregrino, antes de afrontar la subida al Castro de Castromaior, un asentamiento prerromano parcialmente excavado que, según los expertos, estuvo habitado hasta el siglo I. El lugar, cargado de historia, está situado junto al Camino de Santiago, lo que permite a los peregrinos empaparse del legado celta mientras caminan.
Durante toda la jornada, la afluencia de peregrinos fue notablemente mayor que en salidas anteriores, lo que enriqueció la experiencia de los monteurbistas al poder compartir conversaciones y momentos con caminantes de diversas procedencias, a tan solo 80 kilómetros de la meta compostelana.
La llegada a Ventas de Narón fue recibida con alegría por todos los participantes. Allí visitaron la Capela da Magdalena, conocida por su imponente puerta de madera tallada con escenas del peregrinaje a Santiago. Esta capilla, que funcionó antaño como hospital de peregrinos, está rodeada de leyendas, entre ellas la de una batalla contra el emir de Córdoba en su intento de conquistar Galicia. El lugar también es citado en la novela Los Hidalgos de Monforte, de Benito Viceto.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el encuentro con Eladio, un invidente apasionado del Camino que se encarga de sellar las credenciales de los peregrinos con ayuda y que, si el tiempo lo permite, comparte interesantes anécdotas sobre templarios, leyendas jacobeas y reflexiones personales.
Para celebrar el día del Patrón, el grupo se desplazó hasta Melide, donde degustaron una tradicional comida gallega compuesta por pulpo, churrasco, vinos locales y la emblemática tarta de Santiago. Durante la sobremesa, se dio la bienvenida a los nuevos miembros de la asociación y se felicitó a un monteurbista de nombre Santiago, presente en esta etapa tan especial.
El regreso a La Bañeza se produjo a las 17:15 h, con todos los participantes satisfechos por una jornada de compañerismo, naturaleza y cultura. Desde la organización, animan a todos los monteurbistas que no pudieron asistir a que se sumen a la próxima etapa del Camino.