sábado, 4 de enero de 2014

articulo de opinión / Preferentes Banco CEISS


ÉCHAME A MÍ LA CULPA DE LO QUE OCURA 
La fusión con Unicaja al borde del fracaso
Según las últimas noticias, la integración de Banco Ceiss en Unicaja está a punto de malograrse definitivamente. De las mismas informaciones se desprende otra conclusión: la culpa de que esto pueda llegar a suceder es de los afectados por los productos híbridos que en su día comercializaron Caja España y Caja Duero, los “preferentistas”, como suele llamarnos la prensa

No tienen ninguna culpa los que fueron presidentes y directores de ambas entidades  (los battaner, llamas, fermosos, lucashernández, del cantos...), que recibieron unas cajas solventes e implantadas en nuestra comunidad y en pocos años las arruinaron, sólo Dios –y espero que algún día la Justicia- sabe cómo. Tampoco tienen ninguna responsabilidad en el asunto (¡Dios me libre de pensarlo siquiera!) la CNMV que debió vigilar y ser más contundente; ni la tiene el Banco de España que autorizó que se diera a la manivela de las preferentes; ni mucho menos el Ministerio de Economía de los últimos gobiernos –socialistas y populares-, que estaba ocupado en otros menesteres. No, los culpables somos los “preferentistas”, por reclamar de la única manera que nos han dejado (la judicial) los ahorros que un mal día confiamos a nuestra caja y que entre todos los citados arriba nos han arrebatado.

Los “preferentistas” no tenemos ningún interés ni ningún deseo de que la fusión se frustre. Nosotros no ganamos nada con ello. Ya lo perdimos todo con las cajas en las que confiamos. No nos alegra, al contrario, nos preocupa la situación de sus empleados, la mayoría de los cuales –estamos seguros de ello- creían estar trabajando para una empresa sólida, respetable y honesta. Lo mismo que creíamos nosotros como clientes fieles de muchos años. Sabemos que si Banco CEISS tiene que ser nacionalizado, la mayor parte de ellos perderán el trabajo. Un durísimo golpe para miles de familias y, posiblemente, la puntilla económica para nuestra ya muy castigada y depauperada región. Entre esos empleados todos tenemos algún conocido, amigo o, incluso, pariente. Nuestra causa nada va a ganar con este sufrimiento añadido a otras personas.

Sabemos que hay quien dice que ya está bien de rescatar con dinero público las pérdidas privadas. A esos quiero decirles que nuestros ahorros no tienen nada que ver con el rescate hecho a los bancos, clubs de fútbol, ayuntamientos, eléctricas, televisiones autonómicas, autopistas hechas con fondos públicos y explotación privada y tantas otras cosas. 

Los 1.100 millones que reclamamos son nuestros ahorros y no se los dimos a un trilero que trabajase en una esquina o en una oscura oficina sin nombre. No, se los confiamos a Caja Duero y a Caja España, porque esos nombres, en ese momento para nosotros significaban algo, creíamos y confiábamos en ellos, porque no sabíamos que, en efecto, dentro de ellos se habían colado los trileros.

 Esos 1.100 millones son el chocolate del loro si se compara con todo el dinero que han puesto los contribuyentes para rescatar a todos esos otros que, si se han arruinado o, simplemente, no ganan tanto como desearían, es por haber hecho muy mal las cosas. Con el dinero que el Estado, a través del FROB, lleva ya gastado de manera directa o indirecta en complacer las exigencias de Unicaja (quizá para nada) podría haber devuelto 3 veces el dinero a los minoristas. Si nuestras cajas no nos hubieran engañado, nosotros no estaríamos ahora reclamando ante los tribunales. 

Si, como han hecho otras cajas intervenidas y nacionalizadas, Banco Ceiss nos hubiera ofrecido una solución honrosa en la que no perdiéramos la mayor parte de nuestros ahorros, no habríamos seguido esa vía e, incluso, habríamos continuado siendo sus clientes; no habríamos retirado nuestros fondos, nuestras nóminas, nuestras pensiones y su futuro no sería tan negro.

Pero nosotros vamos a seguir adelante luchando por lo que es nuestro. No admitimos de ningún modo el chantaje moral que se nos quiere hacer, convirtiéndonos en los chivos expiatorios de un plan casi fracasado que frustra la codicia del señor Medel, que ve cómo se le escapa un chollo que pensaba adquirir prácticamente gratis y entorpece la prisa del FROB y del propio Estado por deshacerse de una patata caliente que ellos mismos ayudaron a meter en el fuego. Si ahora se queman con ella, ¡que se soplen los dedos!

Son ellos los que se niegan a ser razonables. Con la inestimable colaboración de un buen sector de la prensa más manejable han intentado hacer creer a la opinión pública, primero que éramos una pandilla de tontos, nonagenarios y usureros y, ahora, unos malvados irresponsables que, por reclamar lo que es nuestro, estamos a punto de hacer un daño irreparable a tanta gente. 

Pues, señores, resulta que los jueces (salvo algunos), sí lo han comprendido y están dando abrumadoramente la razón a los demandantes, es decir, a nosotros. Estos jueces de 1ª instancia de los juzgados de nuestra comunidad –a los que estamos tan agradecidos- que no actúan movidos por intereses económicos, ni políticos, ni tienen nada que ocultar, sólo interpretan los hechos y juzgan en base a lo que entienden que es de justicia y nos están dando la razón en cerca de la totalidad de las demandas presentadas.

De modo que, señores del PSOE y del PP que tuvieron responsabilidad político-económica en este asunto; señores del FROB, que son como el anti-Robin Hood, que pretenden robar a los pobres para dárselo a los ricos; señores de los sindicatos que estuvieron allí como convidados de piedra excepto para cobrar las dietas; no tan señores presidentes, directores generales y consejeros de Caja Duero y Caja España, que se empeñaron en seguir chupando de la teta de la vaca aunque veían que ésta estaba ya exhausta, ¡caiga sobre ustedes la culpa y la responsabilidad de lo que pase con Banco CEISS! Igual que espero que algún día caiga la Justicia sobre quien lo merezca. Pero esa es otra guerra que se librará más adelante.

Luis Arranz (Presidente de la Plataforma de Salamanca)
AFECTADOS POR PRODUCTOS DE BANCO CEISS