El pasado sábado 26 de mayo tuvo lugar en La Bañeza, una singular iniciativa para hacer converger dos causas tan encomiables como son la defensa del medioambiente y la inclusión de las personas con discapacidad intelectual: la plantación de 20 olivos por parte de 10 residentes del centro asistencial público Nuestra Señora del Valle, el cual desde hace ya 33 años lleva proporcionando asistencia, atención y vivienda a personas con discapacidad intelectual grave.
Durante estas tres décadas, sus instalaciones, servicios de atención, programas de actividades así como la continua búsqueda de la calidad y la mejora por parte de sus trabajadores le han convertido en un centro de referencia a nivel nacional. Por citar alguno de sus múltiples reconocimientos y singularidades, cabe señalar que Nuestra Señora del Valle fue el primer centro asistencial público destinado a discapacitados intelectuales que en España recibió el certificado de calidad EFQM Excelencia 400, siendo además uno de los pocos en toda Europa que cuentan con una piscina de suelo elevable, para permitir el acceso a la misma a todos sus residentes.
La plantación fue organizada conjuntamente por personal del centro y por integrantes de la Asociación para el Estudio y Protección de la Naturaleza URZ.
Fundada en 1982 en la ciudad de León, URZ ha desempeñado un relevante papel en los principales hitos del ecologismo en la provincia de León, como han sido la oposición a los embalses de Riaño, a la línea eléctrica Lada-Velilla y a la construcción de la estación de esquí de San Glorio; ostentado a lo largo de su historia la representación del movimiento ecologista a nivel provincial en varios foros institucionales, como el Patronato de los Parques Regional y Nacional de los Picos de Europa y los Consejos Provinciales de Caza y Pesca y Consejo de Espacios Naturales.
Sin embargo, el principal eje de actuación de la asociación es la educación y el voluntariado ambiental; destacando en los últimos años la puesta en marcha de campañas de construcción y colocación de cajas nido por parte de escolares, así como de recuperación de las tradicionales “sebes” leonesas y plantaciones de especies arbóreas autóctonas.
Según ha manifestado Víctor López Viloria, miembro de Urz que participó en la organización del acto, “Debido a circunstancias familiares, conozco de primera mano la magnífica labor que desarrolla el personal de Nuestra Señora del Valle y el gran potencial que tienen todos los chicos y chicas que viven en el centro. Les he visto fabricar velas y cajas en los talleres del centro, y su capacidad de trabajo y concentración son impresionantes. Por ello quería poner de manifiesto ante la sociedad que, en lo que respecta medioambiente, todos somos útiles y todos podemos aportar, en mayor o menor medida, nuestro trabajo para lograr a su protección y recuperación”.
La jornada se inició con una breve charla-coloquio sobre la situación actual del medioambiente, en la que participaron personal y residentes del centro, miembros de Urz y los voluntarios que acudieron a colaborar en la plantación. En ella se abordaron cuestiones como los beneficios ambientales, económicos y sociales que traerían consigo la recuperación de actividades tradicionales del medio rural, así como el papel de la ganadería extensiva como elemento fundamental de protección y prevención de incendios forestales.
Posteriormente, los participantes se dirigieron hacia la zona de plantación portando las herramientas y utensilios necesarios. Allí se realizó una explicación práctica acerca de cómo realizar la plantación del arbolado y se encomendaron tareas para todos. Algunos de los residentes se encargaron de portar agua para los árboles, otros se dedicaron a cargar y esparcir tierra vegetal y otros colocaban y sostenían los olivos mientras se compactaba la tierra de alrededor.
“Ha sido un éxito. Más allá del valor simbólico de que la plantación la hayan hecho chicos y chicas del centro, ¡es que técnicamente ha sido impecable! Soy ingeniero forestal y sé cuándo una plantación está bien hecha”. Con estas declaraciones uno de los participantes expresaba su satisfacción por cómo había transcurrido el acto.
Y es que los residentes de Nuestra Señora del Valle fueron los verdaderos protagonistas. “Han trabajado de manera ejemplar, como si fueran auténticos profesionales, pero con la ilusión de unos niños”; afirmó una de las voluntarias.
Visto el éxito de esta jornada, tanto desde el centro Nuestra Señora del Valle como desde Urz, se pretende dar difusión de esta actividad para que iniciativas similares sean adoptadas por parte de otros centros asistenciales; visibilizando ante la sociedad que las personas con discapacidad pueden desempeñar un papel fundamental en la protección del medioambiente.
“El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora”. Proverbio Chino.
