redacción.-La avaricia rompe el saco. El refrán es muy antiguo pero ni los más ancianos del lugar hacen caso del dicho y se creen que alguien les va a dar duros a peseta. El timo con un discapacitado se ha dado ya en varias ocasiones en nuestra ciudad y una vez este periódico fue muy criticado por decir la verdad que nadie quería oir: ¿Quién es el bueno y quién es el malo? ¿Es bueno el paisano de nuestra comarca que quiere aprovecharse de un presunto disminuido psíquico o de un discapacitado robándole o pagándole una ínfima cantidad de dinero por hacerse con una mayor? ¿Es buena esa persona, ese vecino nuestro, que quiere robarle a una presunta persona que tiene un problema? ¿Es bueno el que quiere aprovecharse de una presunta desgracia familiar comprando un cupón de ciegos presuntamente premiado con muchos millones por sólo un millón? ¿Es buena persona esa persona?
Entonces ¿Quién es la víctima?
Pues otra vez una persona, esta vez un vecino de Regueras de Arriba, creyó que se íba a reir de un presunto discapacitado y, presuntamente ayudado por su presunto cuidador (cómplice del timo) sacó un total de 12.000 euros entre dos oficinas bancarias, una de Veguellina de Órbigo que no tenía suficiente dinero así que se dirigió a León a sacar el resto del capital. Acordó con el gancho quedar a una hora para repartirse el presunto botín, que fue no el suculento montón de dinero que esperaba, sino arroz. SIN COMENTARIOS.
