La Audiencia Provincial de León ha dictado una condena de nueve años de prisión contra un hombre acusado de mantener relaciones sexuales con la hija menor de edad de su pareja, una niña de trece años en el momento de los hechos. Los abusos se produjeron en una localidad del entorno de La Bañeza, aprovechando la situación de convivencia con la menor, según recoge la sentencia.
El tribunal considera acreditado que los episodios de abuso ocurrieron entre los meses de marzo y junio de 2021. Durante ese periodo, el condenado, mayor de edad, habría mantenido contactos sexuales con la menor en reiteradas ocasiones, algunos de ellos con acceso carnal, otros consistentes en tocamientos y actos de contenido sexual explícito. Parte de estos hechos se produjeron en el domicilio familiar, incluso cuando la madre se encontraba presente o dormida.
La resolución judicial subraya que el acusado utilizó su posición dentro del núcleo familiar para establecer una relación de dominio y presión sobre la menor. Entre las pruebas valoradas se incluyen numerosos mensajes intercambiados por WhatsApp, donde el procesado proponía encuentros sexuales, enviaba enlaces de objetos eróticos y planteaba situaciones de contenido explícito. En algunos de estos mensajes, el acusado insistía en mantener relaciones íntimas en horarios en los que la madre no pudiera advertirlo, e incluso intentó manipular emocionalmente a la menor, sugiriendo quitarse la vida si ella se negaba a sus peticiones.
Los hechos se conocieron tras una intervención de la madre, quien sorprendió al acusado en el dormitorio con la niña, lo que dio origen a la investigación. A partir de ahí, se inició un proceso judicial durante el cual la menor, que se encuentra bajo tutela de la Junta de Castilla y León y en paradero desconocido, no compareció en el juicio. El acusado, por su parte, se acogió a su derecho a no declarar en la vista oral. No obstante, durante la fase de instrucción, la víctima explicó que accedió a algunas de las relaciones por miedo a represalias, en un contexto marcado por el desequilibrio de poder y la presión psicológica.
La sentencia, que ya es firme, impone además una indemnización de 3.000 euros a favor de la menor por los daños causados. La Audiencia Provincial considera los hechos constitutivos de un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, agravado por el vínculo de convivencia y la diferencia de edad entre el acusado y la víctima.
