miércoles, 13 de agosto de 2025

La Bañeza ayer parecía el fin del mundo con humo amarillo y ceniza


La Bañeza suspendió sus fiestas patronales el martes

-Nos quedamos sin el gran concierto de «Modestia Aparte». –La Feria de alfarería también se suspendió hasta el año que viene, no habiendo ningún acto el miércoles por respeto a los evacuados del incendio que llenaban el Pabellón Municipal de deportes de la ciudad.

ACTUALIZACION

Emilio García / Fernando Santos.- LA BAÑEZA.-Eran las 7 de la tarde cuando La Bañeza se llenó de humo. Una corriente de convección de los vientos –dicen– provocada por el calor de los incendios forestales que había a nuestro alrededor, trajo el humo y la ceniza a La Bañeza que parecía Pompeya.

La gente que estaba de las piscinas evacuó el recinto (poco antes nos habían echado del agua por la tormenta seca que dejo apenas tres rayos y truenos en el hirizonte, pero ni una gota de la tan necesaria agua para apagar los incendios que nos rodeaban por La valduerna y el valle del Jamuz afectando ya a una docena de poblaciones.

La gente intentaba ir bajo para no tragar el humo. Nosotros nos tuvimos que desplazar andando cruzando toda la ciudad –desde la piscina de verano hasta el paso a nivel– ¡y el panorama era dantesco!. Gente asustada huía por la calle sin saber muy bien qué pasaba ni a donde. Un coche de policía secreta (negro sedan) con el rotativo luminoso azul lanzando destellos recorría la calle de Copichip. Por unos instantes temí que hubiera que evacuar La Bañeza-

Gente con los ojos llorosos, de la ceniza que se les metía en ellos, huía precipitada buscando refugio al fenómeno atmosférico que cubrió nuestras calles a una baja altura con una densa humareda. Era como una niebla baja, pero en vez de ser blanca (foso) era amarilla. Las farolas no lucían porque están programadas, y aún quedaban casi tres horas para que se pusiese el sol, pero se hizo la oscuridad repentinamente. Guiados por la luz de los escaparates y de los coches, buscamos la salvación. 

«El fin del mundo»

«Llama a Raquel» le dije yo a Fernando «que cierre todas las ventanas».clamé pensando hacia donde huir y que posiblemente habría que evacuar La Bañeza. A mucha gente le pilló en casa pero no sabían que pasaba y les entró el humo de los incendios. Fernando telefoneó y nos dijeron que benavente y Astorga estaban igual, cubiertos por esa nube amarilla densa de humo –que también llegó a León capial, aunque más liviana–. Yo pensé coger el coche e irme a Bilbao. Serían tres horas y media, pero sería la salvación ante lo que parecía «el fin del mundo»

Por la calle del Reloj, Manuel Diz y Plaza Mayor ya había gente con cara asustada con mascarillas de la pandemia para no respirar la cernada (ceniza que caía) de los incendios, y que llenó el agua de la piscina municipal así como todos los coches aparcados en las calles de la ciudad que tuvieron que ir a los lavaderos al día siguiente: quedaron negros como cuando hay una tormenta de barro, con los parabrisas que hubo que lavar con botellas de agua antes de arrancarlos, para poder ver por donde andabas.

«Pon toallas para que no entre el humo en casa» gritaba uno por el móvil a su mujer, que no se había enterado de lo que pasaba –yo y Fernando sí porque estado en la piscina municipal vimos la densa niebla amarilla de humo venir a lo lejos (desde el incendio de abajo, el que afectaba Villanueva de Jamuz) y que sin apenas darnos tiempo a reaccionar –emprender la huída–, nos pilló ya en el Dia de Plenoil. 

«A mí se me llenó todo de humo» decía el de un taller mecánico al día siguiente. Suerte que no fue un episodio duradero (en apenas 10 minutos llegó, en apenas otros 10 se cubrieron los coches de ceniza y en apenas una hora se pasó. Si no podría haber sido algo grave. Nadie avisó. Nadie evacuó. Nadie alertó. Nos tuvimos enterra de qué estaba pasando por el joven locutor local Matías Alonso que –al igual que en este periódico– viviendo el periodismo acudió a la emisora local 'La Bañeza radio' y, haciendo un programa especial explicó a la ciudadanía lo que estaba pasando no sólo esa tarde en La Bañeza sino en todos los pueblos de alrededor por culpa del más grave incendio forestal que hayamos vivido en la historia de nuestra ciudad.


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Emilio García / Fernando Santos.- LA BAÑEZA.-El fuego que afectó a las comarcas del Jamuz y La Valduerna estalló ayer tras una tormenta seca –que sacó del agua a los bañistas de la piscina (desalojo por parte de los socorristas)– provocando que La Bañeza se llenase de humo amarillo denso como niebla y bajo, en torno a las 7 de la tarde. Las farolas no se encendían como en Castrocalbón, que se encienden automáticamente cuando baja la intensidad lumínica (hay sitios que aún tienen el sistema antiguo que se encienden a una hora programada). Gente huyendo de la nube de ceniza que parecía una tormenta de arena que auguraba el fin del mundo. Gente con mascarillas. Un panorama dantesco.

Animales quemados por el incendio

  Imagen tomada en Santa Elena de Jamuz, tras el incendio que ha asolado nuestra Comarca. Foto: Antonio de la Fuente