Muy Señor Mío:
En la segunda semana del pasado septiembre se publicó en ese semanario, de su acertada dirección, una noticia dando cuenta de la exhumación en el término de Izagre de los restos de un grupo de bañezanos que terminaron asesinados en una fosa común de aquel lugar el 10 de octubre de 1936. Como quiera que alguno de los datos publicados relativos a alguna de las personas relacionadas con aquella fosa eran inexactos en algunos de sus extremos, y como responsable de la nota informativa enviada entonces a los medios, en la que se contenían dichas inexactitudes, me dirijo a usted con el ruego de que tenga a bien publicar ahora la correspondiente corrección de las mismas.
Se trata de la exhumación que la familia de uno de los asesinados, Juan María Begué Arjona, había ya realizado, siendo así que, contra lo que entonces creíamos y en la nota de prensa remitida se indicaba, sus restos fueron recuperados de la fosa por su viuda (originaria de La Bañeza, y no de Requejo, como decíamos) para el cementerio de Izagre en el año 1959, y de allí para el panteón familiar, en Madrid, en 1971, y no en los años de la Transición, como erróneamente señalábamos.
Ninguna relación tuvo el traslado entonces de sus restos con los altos cargos políticos e institucionales que una de sus hijas, Doña Gloria Begué Cantón, ocuparía años después, y menos aún con que el mismo pudiera haberse realizado prevaliéndose de tal condición, como de la desafortunada redacción del comunicado en este punto alguien pudiera conjeturar.
Ruego a usted y a los lectores de esa publicación disculpen los errores que en la citada nota se contenían, al tiempo que lamento profundamente los inconvenientes que con ellos se hayan podido causar. Tal vez las enormes y particulares dificultades de investigar, después de tantos años transcurridos, una situación como la que condujo a aquéllas víctimas a ser allí muertas entonces puedan hacer entendibles y excusables tales yerros.
Agradezco a su medio su interés y colaboración en este humanitario asunto, y la de todas cuantas personas nos han ayudado en el empeño desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de satisfacer la demanda de los descendientes de los asesinados de recuperar los restos de los suyos, de modo muy especial a los propios familiares, a la Corporación Municipal, y a la Agrupación Socialista, tanto local como provincial.
Lamentamos desde la A.R.M.H. la absoluta imposibilidad material de exhumar y rescatar también para sus descendientes, según fue siempre nuestro deseo y nuestra previsión, los restos de los bañezanos don Ángel González González (padre), y don Toribio Santos Santos, asesinados el 23 de septiembre de 1936 en Maire de Castroponce e inhumados entonces en el cementerio de esta localidad.
Permítame que le traslade, en relación con las indagaciones que con respecto a aquélla fosa común “de los bañezanos” de Izagre aún nos ocupan, y como muestra de la variabilidad que inevitablemente acompaña al conocimiento y las certezas que sobre hechos como éste vamos alcanzando, algo que muy recientemente hemos venido en saber, como es que en realidad, en contra de lo que cierta memoria oral transmitió, y de acuerdo con las evidencias encontradas, fueron once (y no diez) las personas entonces asesinadas en aquella localidad. Como quiera que de ellas hemos conseguido ya conocer las filiaciones de diez: los señores Juan María Begué Arjona, Isaac Nistal Blanco, Ángel González Nadal, Julio Fernández Martínez, José Simón Alejo Barrios, Patricio Martínez Castillo, Eugenio Carnicero Alonso, Abraham Bécares Rodríguez, Norberto Ángel Martínez Mielgo (éste de Hos pital de Órbigo), y doña María Alonso Ruiz, y siendo nuestra pretensión culminar desde la A.R.M.H. nuestro cometido estableciendo las identidades de todos los integrantes de la fosa para así entregar cada uno de sus restos a sus respectivos deudos, solicitamos de nuevo su ayuda difundiendo esta nota en su semanario, en la confianza de que alguno de sus muchos lectores pueda tal vez orientarnos sobre quien pueda ser la undécima persona (suponemos que bañezano) cuyos datos aún desconocemos.
Le agradezco, en mi nombre y en el de la Asociación a la que pertenezco, la atención que no dudo prestará a este escrito, y me pongo a su entera disposición.
Ourense, 21 de octubre de 2008
José Cabañas González
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (A.R.M.H.)