L.B.H. Dramático desenlace (dramático porque se ha saldado ya con la muerte de la jóven de 17 años que podría no tener nada que ver con el ladrón, y ser víctima sólo por subirse de acompañante al coche) de la persecución de la Guardia Civil al coche (un peugeot que había sido robado) y que les resultó sospechoso cuando patrullaban. De hecho parece ser que la benemérita asoció al vehículo, por su comportamiento extraño y por emprender la huída, con los robos a establecimientos de hostelería de la Plaza Reyes Católicos –aunque al parecer son dos casos distintos, mezclados en un principio por la coincidencia en lugar y tiempo de ambos sucesos–, que no tienen nada que ver, y el robo había sido cometido por un ciudadano rumano, mientras el chaval de 24 años que huyó de los agentes teniendo un accidente en la A-6 a la altura de Pozuelo del Páramo, era español.
«La Bañeza Hoy» ha podido averiguar por fuentes vecinales que se trataría de un varón de 24 años, y la chica una jóven de 17 años de asturias con familia en la zona de La Bañeza.
Por lo que ha podido averiguar este periódico –pues la Guardia Civil no suelta prenda (luego que no nos echen la bronca como pasó con la confusión del accidente de caza si la policía, que es la que sabe los datos, no los facilita, si ponemos alguno mal) – de fuentes vecinales, el robo se produjo del concesionario de Automóviles LaTorre pasadas las 2 de la madrugada. De hecho el turismo había sido guardado por su dueño a dicha hora en el garaje del concesionario Peugeor de la Madrid-Coruña, y el propietario pensaba que el coche seguía allí cuando sobre las 5 de la madrugada recibió la llamada de la benemérita preguntándole a cerca de su turismo.
De hecho en Automóviles LaTorre los hermanos LaTorre dijeron que habrían podido acceder por el patio interior del concesionario, por una ventana, tras forzar un candado, y que se llevaron ese coche en concreto pues era el que estaba en posición de salida hacia la puerta de la N-VI (había otros vehículos aparcados al revés lo que pareció dificultoso –había que hacer maniobras– para extraerlos a J.F.M., varón, de 24 años) a quien acusan de presuntamente hurgar o revolver cajones en busca, presuntamente, de dinero. «Cuando entré en el concesionario había papeles revueltos y cajones abiertos, pero al parecer no se habían llevado nada porque buscaban, quizás, dinero rápido, y no lo encontraron».
Carlos LaTorre dijo que cuando bajó a ver si estaba su coche, tras ser alertado por la Guardia Civil, que la puerta del concesionario –la que dá a la N-VI–, había vuelto a ser arrimada, tras abrirla para sacar el coche que robaron y destrozaron, «quizás para no levantar sospechas», dijo a este periódico.
Se especula que el chaval, al ver a la guardia civil, se asustó (no es de estrañar, porque había cometido un delito: robar un coche), aunque la Guardia Civil no le iba a dar el alto por eso, sino para pedirle la documentación a ver si tenía algo que ver con el robo al bar de Reyes Católicos. El presunto ladrón del coche (lo de presunto es una formalidad para evitarnos problemas legales, pues el coche que conducía sí que fue robado de dicho concesionario según consta en una denuncia oficial del propietario del mismo... Otra cosa es dictaminar si el que conducía el auto fue el que lo robó, eso ya lo tendrá que demostrar la policía ante el juez), se asustó al ver a los agentes, huyó hacia la A-6, y tuvo un accidente de tráfico.
Por lo que pudo comprobar este periódico (y lo puede demostrar cualquier perito o alguien que entienda de coches y accidentes de los mismos), el turismo impactó contra un guardarraíl de la autovía (eso se vé por la zona de los impactos –aunque también lo verían los agentes de la persecusión– ). El vehículo no dió vueltas de campana al perder el control (quizás al hacer una brusca maniobra para esquivar a los guardias) (eso se ve porque el techo del vehículo no quedó aplastado). El conductor no llevaba puesto el cinturón de seguridad, según el dueño y declaraciones hechas desde el concesionario a este periódico (eso se ve porque se nota en el mismo). El jóven impactó contra el air-bag del vehículo (aún se ven en el mismo rastros de sangre), y la chica contra la esquina entre la ventanilla lateral y frontal, un hierro que impactó contra su cabeza, lo que pudo originar sus graves lesiones que motivaron su fallecimiento (fotos 2: estado en el que quedó el vehículo tras el siniestro).
Jóven, libre a espera de juicio
Según fuentes oficiales las dos víctimas del accidente de tráfico fueron trasladadas, tras ser desencarceladas por los bomberos de León y Benavente, por dos UVI's móviles al complejo hospitalario de León, donde poco después fallecía la chica, a quienes algunas fuentes exhimen de cualquier delito y hablan de total desconocimiento de la víctima de con quién montaba, y de que el coche en el que subía había sido robado.
Fuentes del hospital indicaron que el chaval ha huído dos veces del hospital siendo la primera vez interceptado por la policía en la calle Ordoño, mientras que la segunda vez parece que habría sido pillado con el pijama del hospital pidiendo dinero a la puerta de la Estación de Autobuses. Todo ello indicaría, de ser esta información cierta, que nadie vigilaba ni custodiaba al chaval presunto autor de un robo involucrado en un accidente de tráfico surgido tras una persecución policial, en el que murió una chica. / 28460
«La Bañeza Hoy» ha podido averiguar por fuentes vecinales que se trataría de un varón de 24 años, y la chica una jóven de 17 años de asturias con familia en la zona de La Bañeza.
Por lo que ha podido averiguar este periódico –pues la Guardia Civil no suelta prenda (luego que no nos echen la bronca como pasó con la confusión del accidente de caza si la policía, que es la que sabe los datos, no los facilita, si ponemos alguno mal) – de fuentes vecinales, el robo se produjo del concesionario de Automóviles LaTorre pasadas las 2 de la madrugada. De hecho el turismo había sido guardado por su dueño a dicha hora en el garaje del concesionario Peugeor de la Madrid-Coruña, y el propietario pensaba que el coche seguía allí cuando sobre las 5 de la madrugada recibió la llamada de la benemérita preguntándole a cerca de su turismo.
De hecho en Automóviles LaTorre los hermanos LaTorre dijeron que habrían podido acceder por el patio interior del concesionario, por una ventana, tras forzar un candado, y que se llevaron ese coche en concreto pues era el que estaba en posición de salida hacia la puerta de la N-VI (había otros vehículos aparcados al revés lo que pareció dificultoso –había que hacer maniobras– para extraerlos a J.F.M., varón, de 24 años) a quien acusan de presuntamente hurgar o revolver cajones en busca, presuntamente, de dinero. «Cuando entré en el concesionario había papeles revueltos y cajones abiertos, pero al parecer no se habían llevado nada porque buscaban, quizás, dinero rápido, y no lo encontraron».
Carlos LaTorre dijo que cuando bajó a ver si estaba su coche, tras ser alertado por la Guardia Civil, que la puerta del concesionario –la que dá a la N-VI–, había vuelto a ser arrimada, tras abrirla para sacar el coche que robaron y destrozaron, «quizás para no levantar sospechas», dijo a este periódico.
Se especula que el chaval, al ver a la guardia civil, se asustó (no es de estrañar, porque había cometido un delito: robar un coche), aunque la Guardia Civil no le iba a dar el alto por eso, sino para pedirle la documentación a ver si tenía algo que ver con el robo al bar de Reyes Católicos. El presunto ladrón del coche (lo de presunto es una formalidad para evitarnos problemas legales, pues el coche que conducía sí que fue robado de dicho concesionario según consta en una denuncia oficial del propietario del mismo... Otra cosa es dictaminar si el que conducía el auto fue el que lo robó, eso ya lo tendrá que demostrar la policía ante el juez), se asustó al ver a los agentes, huyó hacia la A-6, y tuvo un accidente de tráfico.
Por lo que pudo comprobar este periódico (y lo puede demostrar cualquier perito o alguien que entienda de coches y accidentes de los mismos), el turismo impactó contra un guardarraíl de la autovía (eso se vé por la zona de los impactos –aunque también lo verían los agentes de la persecusión– ). El vehículo no dió vueltas de campana al perder el control (quizás al hacer una brusca maniobra para esquivar a los guardias) (eso se ve porque el techo del vehículo no quedó aplastado). El conductor no llevaba puesto el cinturón de seguridad, según el dueño y declaraciones hechas desde el concesionario a este periódico (eso se ve porque se nota en el mismo). El jóven impactó contra el air-bag del vehículo (aún se ven en el mismo rastros de sangre), y la chica contra la esquina entre la ventanilla lateral y frontal, un hierro que impactó contra su cabeza, lo que pudo originar sus graves lesiones que motivaron su fallecimiento (fotos 2: estado en el que quedó el vehículo tras el siniestro).
Jóven, libre a espera de juicio
Según fuentes oficiales las dos víctimas del accidente de tráfico fueron trasladadas, tras ser desencarceladas por los bomberos de León y Benavente, por dos UVI's móviles al complejo hospitalario de León, donde poco después fallecía la chica, a quienes algunas fuentes exhimen de cualquier delito y hablan de total desconocimiento de la víctima de con quién montaba, y de que el coche en el que subía había sido robado.
Fuentes del hospital indicaron que el chaval ha huído dos veces del hospital siendo la primera vez interceptado por la policía en la calle Ordoño, mientras que la segunda vez parece que habría sido pillado con el pijama del hospital pidiendo dinero a la puerta de la Estación de Autobuses. Todo ello indicaría, de ser esta información cierta, que nadie vigilaba ni custodiaba al chaval presunto autor de un robo involucrado en un accidente de tráfico surgido tras una persecución policial, en el que murió una chica. / 28460