José Cruz Cabo.-El lunes pasado, festividad de San Pedro, la Asociación de Jubilados y Pensionistas “La Asunción”, de nuestra ciudad, celebró la fiesta de su santo patrono. A la una menos cuarto, dió comienzo la procesión con las imágenes, realizadas por el artista bañezano, Luis Miguel Fernández Ruano. Iniciaba el desfile el estandarte de la Asociación, seguido de la imagen de la Asunción portada por mujeres y San Pedro llevado a hombros por hombres. Presidían la procesión, el coadjutor de la parroquia de Santa María, José Luis Franco, junto con el presidente de la Asociación, Juan Francisco Gobantes. Cerraba la misma la charanga Kaluche, interpretando marchas eucarísticas. Una vez en la iglesia de Santa María, dió comienzo la misa en honor de San Pedro, concelebrada por el coadjutor de la parroquia, José Luis Franco y el sacerdote bañezano, Felipe Pérez. En la homilía se destacaron los valores de ayuda, de solidaridad, y se les dijo a los mayores que podían dar muchos y buenos ejemplos a sus nietos, así como cuidarlos en algunas ocasiones y que a pesar de que cada vez se ve más cerca la muerte, no hay porque disgustarse, porque vamos camino del cielo y por ello debemos seguir disfrutando de la edad, con alegría y buen humor.
A las dos y media de la tarde, se reunieron en una comida de hermandad y solidaridad, con más de doscientos comensales, en el Hotel Bedunia. La comida estuvo presidida por el alcalde, José Miguel Palazuelo, la concejal de servicios sociales, Piedad del Río, el de Hacienda, Tomás Gallego, la de comercio, Maite Aldonza y la de juventud, Carmen González, así como el presidente de la asociación, Juan Francisco Gobantes y toda su junta directiva. A los postres el bañezano, José Castaño, regaló varios ramos de flores a las esposas del alcalde y del presidente, así como, a las tres concejales y a la esposa del organista, Nicolás Franco. Después se entregaron dos escudos de la ciudad, uno al coadjutor de la parroquia, José Luis Franco y otro al organista, Nicolás Franco. También entregó regalos a todos y cada uno de los que acudieron a la comida.Acto seguido el presidente de la Asociación dió las gracias a todos porque “sin vosotros estas fiestas no se podrían celebrar y deseó que dentro de unos meses, en diciembre, estéis todos otra vez reunidos en torno a la mesa para despedir el año”. Finalmente el alcalde, José Miguel Palazuelo, felicitó a todos los presentes por su fiesta, les pidió que siguieran pasándoselo bien hasta el final, les animó a seguir siendo tan alegres y esperó que continuaran disfrutando de la jubilación durante muchos años.
A las seis de la tarde comenzó el baile en la discoteca del Hotel Bedunia, después a las siete, siguió en el Hogar del Jubilado y a las nueve de la noche, hasta las once y media, todos los bañezanos que quisieron pudieron bailar a los acordes de la gran orquesta Malibú.
A las dos y media de la tarde, se reunieron en una comida de hermandad y solidaridad, con más de doscientos comensales, en el Hotel Bedunia. La comida estuvo presidida por el alcalde, José Miguel Palazuelo, la concejal de servicios sociales, Piedad del Río, el de Hacienda, Tomás Gallego, la de comercio, Maite Aldonza y la de juventud, Carmen González, así como el presidente de la asociación, Juan Francisco Gobantes y toda su junta directiva. A los postres el bañezano, José Castaño, regaló varios ramos de flores a las esposas del alcalde y del presidente, así como, a las tres concejales y a la esposa del organista, Nicolás Franco. Después se entregaron dos escudos de la ciudad, uno al coadjutor de la parroquia, José Luis Franco y otro al organista, Nicolás Franco. También entregó regalos a todos y cada uno de los que acudieron a la comida.Acto seguido el presidente de la Asociación dió las gracias a todos porque “sin vosotros estas fiestas no se podrían celebrar y deseó que dentro de unos meses, en diciembre, estéis todos otra vez reunidos en torno a la mesa para despedir el año”. Finalmente el alcalde, José Miguel Palazuelo, felicitó a todos los presentes por su fiesta, les pidió que siguieran pasándoselo bien hasta el final, les animó a seguir siendo tan alegres y esperó que continuaran disfrutando de la jubilación durante muchos años.
A las seis de la tarde comenzó el baile en la discoteca del Hotel Bedunia, después a las siete, siguió en el Hogar del Jubilado y a las nueve de la noche, hasta las once y media, todos los bañezanos que quisieron pudieron bailar a los acordes de la gran orquesta Malibú.
