José Cruz Cabo.-El domingo pasado cerró la piscina de verano y todo el que quiso pudo disfrutar de ella, dado que el ayuntamiento concedió la entrada gratis y además hubo algunos juegos para los más pequeños, por lo que tanto la piscina, como por la tarde en la zona del polideportivo, hubo una gran animación. No pudo el ayuntamiento hacer el cierre más a tiempo, ya que ayer bajaron las temperaturas, el sol se ocultó y no estuvo el día para piscina al aire libre, además de que, al menos hasta el viernes, seguirán bajando.
También el domingo, tuvo lugar en la iglesia de El Salvador, a las doce de la mañana, la misa parroquial en honor de la Natividad de la Virgen María y con ese motivo, se hizo la misa más solemne y cantada por el Coro San Genadio, que dirige Francisco Cabo y que cada día gana en cohesión y calidad. Fue oficiada por el sacerdote que fué de Villamontán, Don Francisco. La homilía corrió a cargo del párroco de El Salvador, Arturo Cabo, quien dijo que en esta advocación mariana, los agricultores de nuestra zona ya habían recogido la cosecha de trigo y cebada, comenzaban la venta de los productos de la huerta, especialmente el pimiento, y era la época de pagar las deudas que habían adquirido durante el año, por lo que los bañezanos le denominaban a esta advocación de la Virgen, la Virgen de las Trampas y en ella se bendecían los primeros panes de la cosecha nueva y se les daba un trozo a todos los que acudían a recogerlo. Cómo él de niño acudió a la Capilla de la Piedad a recoger este trozo de pan, ha querido conservar esta costumbre en la ciudad, porque cree que es una cosa hermosa y cristiana y, desde hace años, el domingo siguiente a la Natividad de María, celebra en su parroquia la fiesta del pan bendito. Antes de finalizar la misa, se procedió a la bendición del pan y luego se entregó a todos los que acudieron a la misma y hasta algunos llevaron para personas que no pudieron acudir a la misa pero querían tomar este trozo de pan bendito. Una fiesta que no se debe perder. Antes se celebraba también el lunes siguiente a la fiesta de la Natividad, una romería en la Peña de San Blas, que se llamaba la Romería del Pimiento, ya que una de las viandas de esa fiesta romería, tenía que ser el pimiento. También el párroco de El Salvador, Arturo Cabo, quiso recuperarla, pero después de que durante unos años, cada vez fuera menos gente, tuvo que dejar de organizarla. Había juegos para los niños y baile para todos, pero fue perdiendo aceptación y al no concurrir la gente y sobre todo, los niños y jóvenes, para que siguieran la tradición no volvió a organizarla.
También el domingo, tuvo lugar en la iglesia de El Salvador, a las doce de la mañana, la misa parroquial en honor de la Natividad de la Virgen María y con ese motivo, se hizo la misa más solemne y cantada por el Coro San Genadio, que dirige Francisco Cabo y que cada día gana en cohesión y calidad. Fue oficiada por el sacerdote que fué de Villamontán, Don Francisco. La homilía corrió a cargo del párroco de El Salvador, Arturo Cabo, quien dijo que en esta advocación mariana, los agricultores de nuestra zona ya habían recogido la cosecha de trigo y cebada, comenzaban la venta de los productos de la huerta, especialmente el pimiento, y era la época de pagar las deudas que habían adquirido durante el año, por lo que los bañezanos le denominaban a esta advocación de la Virgen, la Virgen de las Trampas y en ella se bendecían los primeros panes de la cosecha nueva y se les daba un trozo a todos los que acudían a recogerlo. Cómo él de niño acudió a la Capilla de la Piedad a recoger este trozo de pan, ha querido conservar esta costumbre en la ciudad, porque cree que es una cosa hermosa y cristiana y, desde hace años, el domingo siguiente a la Natividad de María, celebra en su parroquia la fiesta del pan bendito. Antes de finalizar la misa, se procedió a la bendición del pan y luego se entregó a todos los que acudieron a la misma y hasta algunos llevaron para personas que no pudieron acudir a la misa pero querían tomar este trozo de pan bendito. Una fiesta que no se debe perder. Antes se celebraba también el lunes siguiente a la fiesta de la Natividad, una romería en la Peña de San Blas, que se llamaba la Romería del Pimiento, ya que una de las viandas de esa fiesta romería, tenía que ser el pimiento. También el párroco de El Salvador, Arturo Cabo, quiso recuperarla, pero después de que durante unos años, cada vez fuera menos gente, tuvo que dejar de organizarla. Había juegos para los niños y baile para todos, pero fue perdiendo aceptación y al no concurrir la gente y sobre todo, los niños y jóvenes, para que siguieran la tradición no volvió a organizarla.