AGV DL.- «Ya a nadie le sorprende y casi estamos esperando la próxima». Así hablaba ayer un vecino de Regueras de Arriba, uno de los últimos pueblos donde los ladrones han asaltado la iglesia. La localidad vecina de Regueras de Abajo y, junto a ellas, Villanueva de Jamuz y San Juan de Torres son los últimos pueblos donde los cacos han actuado poniendo el foco en los templos. Los cuatro se produjeron en la madrugada del viernes al sábado y con ellos son ya alrededor de 60 las iglesias atacadas en los últimos quince meses. Un goteo constante en la Diócesis de Astorga, como confirmó el vicario general, José Luis Castro, quien reparó en la indignación creciente, «No se llevan objetos de mucho valor, pero hay mucha sensación de inseguridad y se genera desconfianza».
Y, es que el modus operandi siempre se repite. Los cacos aprovechan la noche, fuerzan la puerta de acceso al templo — normalmente revientan la cerradura— y una vez en su interior se hacen con el dinero de los lampadarios. Una cantidad mínima en la mayoría de los casos. «Casi siempre son más cuantiosos los daños que provocan, los destrozos, el cambio de las cerraduras o si se llevan algún objeto», asegura el vicario, que ya ha recomendado a los sacerdotes no dejar nada de valor en los templos, ni si quiera un poco de dinero.
En el último año y medio no hay comarca de la diócesis que se libre de la actuación de los ladrones. Ni el Órbigo, ni la Cabrera, pasando por el Jamuz, la Maragatería, ni en el arciprestazgo de La Bañeza, territorio donde se han contabilizado 31 asaltos en estos últimos meses. Hasta las dos iglesias de la ciudad, la de Santa María y la del Salvador, han sido víctimas de los ladrones.
El número de ilícitos es aún más escandaloso si se tienen en cuenta los datos que bajara el obispado en relación a todo el territorio de la diócesis. Si solo en la parte leonesa, el número de iglesias asaltadas ronda las sesenta, si se tienen en cuenta la zona diocesana de Zamora y Orense el número se eleva a 150. «Hay templos en los que han entrado hasta dos y tres veces», asegura el vicario.
Hasta la fecha, la Diócesis de León ha corrido mejor suerte. Por ahora no se han registrado robos con fuerza, aunque sí algún hurto menor, precisaron.