
Este año muchas coplas se ‘metieron’ con la señora portavoz del partido popular de La Bañeza Mª Ángeles Cordero, a la que llaman casi de todo. El Alcalde de La Bañeza también suele ser víctima de las coplillas satíricas en las que dicho año –el que se insultó a “La Bañeza Hoy”-se pedía su muerte, y por lo que ha llegado a mis oídos se ha insultado algún año a la policía local –Palazuelo denunció al PP por ello y el tema está en juicio, pero el coplista anónimo no-. José Miguel Palazuelo habló en aquel entonces con el Presidente de la Peña La sardina explicándole lo poco ético que era que alguien amparándose en el anonimato, pida que se mate a una persona. El Presidente de aquel entonces escuchó al Alcalde pero sabemos que dicha copla, que ya causó bastante daño a nivel local, donde por lo menos la gente sabe de qué pié cojean estos versos, ha sido publicada también en Internet exponiendo a los cuatro vientos las calumnias contra el honor de todas esas personas a las que año tras año se insulta. Pedir que se mate a una persona es un delito muy grave, pero en La Bañeza tenemos un Alcalde que lo perdona todo.
Cómo insultar a alguien públicamente y quedar impune por ello
Los medios de comunicación recibimos cartas al director y ha habido alguna ocasión que a pesar de los filtros de control –pedimos nombre, apellidos, DNI; alguien los ha burlado dándonos un nombre o un DNI falso, lo que nos ha llevado a solicitar una fotocopia del DNI auténtico para tener la identidad del autor de la carta (aunque esta aparezca bajo pseudónimo)
En los periódicos recibimos aún así varias amenazas cada semana de alguien que, ofendido por lo que otro denuncia en su carta, quiere llevarnos a juicio. Los medios de comunicación por ser libres y plurales somos juzgados y puestos a prueba cada semana, sin embargo la peña de la sardina parece ser actúa con total impunidad y publica dichos insultos, pues edita un cuadernillo con dichas coplas –sin registro legal alguno – con lo que la difusión de los insultos se extiende a un amplio número de personas (además de proclamarse es-tos en voz alta, pues varias de las coplas se leen a viva voz en la Plaza Mayor del pueblo ante todo el mundo).
No decimos aquí que no sea lícito que una persona manifieste su opinión: todo el mundo tiene derecho constitucional a opinar de lo que quiera (no a insultar, ofender, atacar a nadie o pedir que maten a un edil o acusar a una persona de robo).
Engañamos a la peña
Como quizás los medios de comunicación exigimos unos requisitos, la gente con mala saña se desahoga, en La Bañeza, enviando sus cartas a la Peña de la sardina donde, tal y como pudo comprobar este año este medio, cualquiera puede enviar una copla. «La Bañeza Hoy» remitió una no ajustándose a ninguna de las normas que la peña publica en sus bases (no pusimos pseudónimo, con lo que la copla iba firmada; no metimos la copla con una plica –dentro de la cual van los datos verdaderos del autor y fuera sólo el pseudónimo- y es más, para comprobar si había algún control interno nos inventamos todos los datos del remite: pusimos un nombre falso –el de mi abuelo, fallecido hace 20 años: Agustín García Pérez-, pusimos un número de DNI falso (que no se correspondía a esa persona), un número de teléfono de contacto falso e inventado, y una dirección que no sabemos si existe –cogimos del callejero bañezano el nombre de una calle al azar y un número a boleo-. La copla no sólo llegó, fue admitida a pesar de no cumplir las bases, y nadie se dignó a comprobar si esa persona existía, si esas señas eran reales o si los datos eran falsos. El resultado: en las coplas de este año un muerto publica sus versos. La copla fue leída en público y aparece publicada en el cuadernillo, lo cual agradezco a la Peña de la Sardina pues me voy a creer buen coplista.
Por suerte en la copla no se insultaba a nadie, no se mentía ni calumniaba, y menos se pedía la muerte de alguna persona. De haber sido así, y haber pasado los controles del jurado coplero sardinero, si la persona ofendida hubiese puesto una denuncia contra la Peña de La sardina por publicar calumnias contra su persona, esta peña no se podría haber defendido legalmente pues cuando hubiese querido ponerse en contacto con el presunto autor de la copla se hubiese dado cuenta que ese teléfono es falso, que en esa calle no vive esa persona… que el DNI no es de esa persona y que el que firmaba la copla es una persona que lleva dos décadas enterrada en Castrocalbón. ¡Una pena!
Cómo insultar a alguien públicamente y quedar impune por ello
Los medios de comunicación recibimos cartas al director y ha habido alguna ocasión que a pesar de los filtros de control –pedimos nombre, apellidos, DNI; alguien los ha burlado dándonos un nombre o un DNI falso, lo que nos ha llevado a solicitar una fotocopia del DNI auténtico para tener la identidad del autor de la carta (aunque esta aparezca bajo pseudónimo)
En los periódicos recibimos aún así varias amenazas cada semana de alguien que, ofendido por lo que otro denuncia en su carta, quiere llevarnos a juicio. Los medios de comunicación por ser libres y plurales somos juzgados y puestos a prueba cada semana, sin embargo la peña de la sardina parece ser actúa con total impunidad y publica dichos insultos, pues edita un cuadernillo con dichas coplas –sin registro legal alguno – con lo que la difusión de los insultos se extiende a un amplio número de personas (además de proclamarse es-tos en voz alta, pues varias de las coplas se leen a viva voz en la Plaza Mayor del pueblo ante todo el mundo).
No decimos aquí que no sea lícito que una persona manifieste su opinión: todo el mundo tiene derecho constitucional a opinar de lo que quiera (no a insultar, ofender, atacar a nadie o pedir que maten a un edil o acusar a una persona de robo).
Engañamos a la peña
Como quizás los medios de comunicación exigimos unos requisitos, la gente con mala saña se desahoga, en La Bañeza, enviando sus cartas a la Peña de la sardina donde, tal y como pudo comprobar este año este medio, cualquiera puede enviar una copla. «La Bañeza Hoy» remitió una no ajustándose a ninguna de las normas que la peña publica en sus bases (no pusimos pseudónimo, con lo que la copla iba firmada; no metimos la copla con una plica –dentro de la cual van los datos verdaderos del autor y fuera sólo el pseudónimo- y es más, para comprobar si había algún control interno nos inventamos todos los datos del remite: pusimos un nombre falso –el de mi abuelo, fallecido hace 20 años: Agustín García Pérez-, pusimos un número de DNI falso (que no se correspondía a esa persona), un número de teléfono de contacto falso e inventado, y una dirección que no sabemos si existe –cogimos del callejero bañezano el nombre de una calle al azar y un número a boleo-. La copla no sólo llegó, fue admitida a pesar de no cumplir las bases, y nadie se dignó a comprobar si esa persona existía, si esas señas eran reales o si los datos eran falsos. El resultado: en las coplas de este año un muerto publica sus versos. La copla fue leída en público y aparece publicada en el cuadernillo, lo cual agradezco a la Peña de la Sardina pues me voy a creer buen coplista.
Por suerte en la copla no se insultaba a nadie, no se mentía ni calumniaba, y menos se pedía la muerte de alguna persona. De haber sido así, y haber pasado los controles del jurado coplero sardinero, si la persona ofendida hubiese puesto una denuncia contra la Peña de La sardina por publicar calumnias contra su persona, esta peña no se podría haber defendido legalmente pues cuando hubiese querido ponerse en contacto con el presunto autor de la copla se hubiese dado cuenta que ese teléfono es falso, que en esa calle no vive esa persona… que el DNI no es de esa persona y que el que firmaba la copla es una persona que lleva dos décadas enterrada en Castrocalbón. ¡Una pena!
P.D. La finalidad de este reportaje de investigación (hemos investigado los controles de la peña para la selección de coplas y comprobación de datos de los remitentes y han fallado) es sólo la de advertir a la Peña de La Sardina para evitarles futuros problemas legales, juicios y denuncias... por difamación, atentar contra el honor de personas, etc., algo que han permitido muchos años y que ultimamente han facilitado gracias a permitir subir coplas calumniosas a internet a gente de La Bañeza. Esperábamos que el presidente de La Peña nos agradeciera este 'aviso' que le hemos dado y no que aprovechase que colabora en una emisora de radio local para calumniarnos a través de la misma... pero en fin... hay gente que atiende a razones y quien no.