Rubén Prieto.- El fin de semana del 14 y 15 de marzo la ciudad francesa de Gennevilliers celebró, como hace cada año cuando se acerca la primavera, un acto dedicado a los jubilados que consistía en un gran banquete que tuvo que realizarse en dos días debido al gran número de comensales, aproximadamente 800 cada día. Una delegación bañezana, compuesta por 16 personas, fue invitada al acto, siguiendo con el Convenio que tienen estas ciudades desde 2005 y que se renovó en septiembre de este año. Partieron el viernes 13 y regresaron el martes 17. El grupo local de danzas "La Asunción" había sido invitado por las autoridades francesas para actuar los dos días de fiesta y diez de sus miembros, 8 bailarinas y 2 tamborileros, acudieron a la ciudad francesa. Junto a ellos viajó, en representación del Ayuntamiento y como Presidente del Hogar de Jubilados de La Bañeza, el concejal Juan Gobantes, al que también acompañó la técnico de turismo Elisa Pardo y cuatro jubilados bañezanos.
La temática de este año era española y más concretamente bañezana. Así podían verse los salones, donde se realizaron los banquetes y los bailes, adornados con paneles que habían hecho con fotos de La Bañeza (de Carnaval, Fiestas Patronales, edificios más emblemáticos,…) que les habían enviado previamente desde el Ayuntamiento. El vino que se sirvió en las comidas era también bañezano, concretamente de las bodegas Ribera del Ornia.
Según testimonio de los propios protagonistas los días que estuvieron allí fueron muy intensos y apenas tuvieron un minuto de descanso, porque las autoridades francesas les habían organizado toda la estancia. El lunes 16, antes de la vuelta a casa, aprovecharon para visitar París y posteriormente tuvieron una recepción oficial en el Ayuntamiento de Gennevilliers que finalizó con una gran cena. A su vuelta todos coincidían en la gran amabilidad y atención que habían recibido. Como decía uno de losviajantes "no nos dejaron ni pagar el metro".
La temática de este año era española y más concretamente bañezana. Así podían verse los salones, donde se realizaron los banquetes y los bailes, adornados con paneles que habían hecho con fotos de La Bañeza (de Carnaval, Fiestas Patronales, edificios más emblemáticos,…) que les habían enviado previamente desde el Ayuntamiento. El vino que se sirvió en las comidas era también bañezano, concretamente de las bodegas Ribera del Ornia.
Según testimonio de los propios protagonistas los días que estuvieron allí fueron muy intensos y apenas tuvieron un minuto de descanso, porque las autoridades francesas les habían organizado toda la estancia. El lunes 16, antes de la vuelta a casa, aprovecharon para visitar París y posteriormente tuvieron una recepción oficial en el Ayuntamiento de Gennevilliers que finalizó con una gran cena. A su vuelta todos coincidían en la gran amabilidad y atención que habían recibido. Como decía uno de losviajantes "no nos dejaron ni pagar el metro".
